jueves, septiembre 28, 2006

Bola de cerdos...


... y desgraciados quienes pusieron a esos puerquitos en aquel camión. Íbamos un domingo a las dos de la tarde sobre la carretera México-Querétaro, y el sol ardía como listo para rostizar pollos...
El disfrute de llevar el cabello al viento y unos buenos lentes oscuros se terminó cuando los vimos pasar en ese camión de redilas. En cada compartimento, mínimo iban cinco cerditos, sucios y aplastados... La inhumanidad a todo lo que da.

Por más que lo intento, mi vegetarianismo no termina por consumarse, pero aún así sé que no se vale, me enoja y me indigna... Si el matadero es su parada final, la agonía no podría ser más cruel... Estaban haciéndose carnitas mucho antes de llegar.

Aún no sé si en el lugar había algún afortunado... Los de arriba se asaban con los rayos del sol, los de abajo con el calor del motor y el asfalto ardiente... ¿el resto? incrustados en algún tubo del camión o medio torcidos por la incómoda posición, soportando el peso de algún compañero del mismo dolor...

Al pasar a su lado no pude evitar sentirme mal, y aunque sé que eso no ayuda en nada, sorprendida quedé porque nadie les dirigió ni una mirada... Era como si no estuvieran ahí... como si fueran unos vacacionistas más, puerquitos bañistas... o alcancías insensibles ... como si su sufrimiento fuera normal y lo merecieran, por el simple hecho de ocupar un eslabón inferior en la desquisiante cadena alimenticia.

Ignoro cuánto tiempo llevaban de camino, en esas condiciones, y cuánto les quedaba por pasar... Quizá corrieron con suerte y algún desquisiado cuerdo escuchó su mortal silencio y se atrevió a detener el camión a media carretera para salvarlos... Quizá no...
Si la pregunta es ¿qué hice por ellos?, la respuesta es nada... Saqué una foto mal tomada, les platiqué a algunos, escribí un poco aquí y no más... ¿El punto? De nada sirve llorar por los puerquitos del camino, los pollos de KFC, los toros de la Plaza México o demás animales que aparecen en los videos de PETA... Pero si tienen algún pedacito de naturaleza a su cargo, encarnado en algún inocente animal, sólo cuídenlo... No vinieron al mundo para sufrir así...

1 Comments:

Blogger Paganel said...

imagina si el sufrimiento se queda en el pobre animal, que cosas aparte de su carne te estas comiendo al echarte un buen taco de carnitas.

Gracias por visitar al moribundo blog

octubre 24, 2006 9:26 p.m.  

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