¿Por qué yo no necesito a un 'superman'?

La película terminó y le dije que quería a mi lado a un superman... Mientras él conducía y hablaba de su cuerpo de acero y vulnerabilidad a la kriptonita, en mi mente repasaba una y otra vez mi visceral y pasional cometario para darme cuenta que en realidad no quiero ni necesito a un súper hombre para que esté conmigo...

Aunque no niego lo útil que podría ser para llevar y luego abandonar en una isla desierta a un par de politiquillos nefastos, o para detener los ataques en Líbano, o evitar la matanza de foquitas en Canadá o la agonía de los toros en México... el punto es que a mi no me gustan los hombres extremadamente musculosos, con mallas y trajes entallados...

De no ser porque quizá me ayudaría a perder el miedo a volar y me ayudaría con mi problema de impuntualidad, la verdad es que prefiero mil ocho mil veces tener a un Richard (como el de la película)... Un ente masculino común y corriente... Con virtudes, miedos y defectos, con la capacidad de sorpenderme y el tiempo para hacerme saber que le importo...

Alguien que sepa lo que quiere y no salga corriendo para intentar salvar al mundo o hacer no sé que tanto más... Un individuo con aciertos y errores, con sentido del humor y una charla que no me permita parpadear; alguien que comparta lo que es y esté dispuesto a aceptar lo que soy (ninguna supergirl ni Louise Lane)...