martes, julio 18, 2006

Sin "Blondi" que me ladre


Día con día, desde hace más de cinco años, sé que un recibimiento especial me aguarda al llegar a casa. Para quienes observan es sólo un movimiento de trasero, cola o rabo (da igual)... Pero en realidad es mucho, muchísisimo más...
Recuerdo que un día, en una charla de cafetería universitaria, Quique me dijo: "Si no has tenido un perro no has vivido". Comentario simple pero sentencioso que provocó en mi una risa burlona e incrédula que ahora me trago con orgullo... ¡Vaya razón que tenía! (o tiene)...
Un año después llegó ella, una pequeñísima bóxer con mil y un defectos, según los estándares de su raza y blablabla (que por cierto me vienen valiendo queso)... Fue la última en nacer de la camada de la Suxie, quien por cierto dejó a sus perritos en la orfandad porque murió de cáncer días después de dar a luz...
Cuando le di el "" a la blanca (albina) y flacucha criatura supe que cuidarla no sería sencillo, pero jamás imaginé que tanta responsabilidad trajera consigo millones y millones de alegrías... De verdad que cambió mi vida...
Hoy llegué a casa y no escuché sus pisadas... Nada de aquél recibimiento cargado de emoción y un poco de baba "babosa" (valga la redundancia ja!)... Blon no está en casa... Está en el hospital... La llevé en la mañana, en ayunas, para que le quitaran una bolita que le salió en la panza y de paso la esterilizaran...
Desde ayer no he podido estar en paz, pensando en que ésta es su primera noche fuera de aquí, que jamás ha estado encerrada en una jaula y puede sentirse mal... Snif... Los "coco-wash" que incluyen los argumentos de que estará bien y es por salud me sobran e invaden... A ratos me consuelan pero luego la sensación de ausencia regresa otra vez... Y es que es ella el pedacito de naturaleza animal que está a mi cargo, que a diario me da ejemplos de existencia e incondicionalidad y me sorprende con su capacidad de expresar todo el cariño que lleva por dentro... "i miss you, blon".